24 de agosto de 2024
Sábado 24 de agosto 2024 vino la Antropóloga Forense Alicia Lusiardo Coordinadora del Grupo de Investigación de Antropología Forense (GIAF). La entrevista fue llevada adelante por Gustavo Bajo y Mathias Azambuja. Comenzó con Alicia contando sobre sus orígenes, pesé a que sus padres y su hermano son uruguayos ella nació en México en 1972 y vivió allí sus primeros 12 años. Mathias le consultó por el origen de su interés por la antropología a lo cual la invitada dijo creer que surgió en su pasado mexicano, en referencia a sus vivencias de vacaciones familiares yendo a las pirámides mexicanas (paseo muy común en ciudad de México) y por haberse criado entre una fascinación por la diversidad cultural. En un principio ella creyó que quería dedicarse a la arqueología para luego entender que le apasionaba la antropología. En aquel entonces trabajaba como fotógrafa de prensa para un diario y disfrutaba mucho participar de cubrir las noticias policiales, en ese momento entendió que había una manera de unir sus pasiones (antropología, fotografía e investigación de casos policiales) a través de esta Antropología forense, volcado a la criminalística y pudiendo ayudar a resolver por ejemplo casos de una muerte dudosa, dar una identidad, etc. Finalizada su carrera viaja a Estados Unidos a realizar un posgrado para luego volver a Uruguay y aplicar sus conocimientos.
Gustavo le consultó sobré cómo se dio el proceso para poder acceder al batallón 14. Alicia cuenta que el equipo lleva trabajando ya 19 años (ella forma parte del equipo hace 17 años) y está conformado por 11 antropólogos los cuales intentan “ponerle ciencia a este olvido”. Informó que el batallón 14 ha sido uno de los predios más estudiados por el equipo (se han hecho excavaciones desde el año 2005, encontrando 4 fosas hasta el momento). Brindó mucha información técnica sobre todo lo que nos puede decir los restos de una persona, incluyendo su sexo, su edad, su estatura, enfermedades, como falleció, etc. Hizo referencia a lo que implica hallar restos luego de haberlos buscado durante tanto tiempo: “Los huesos son dentro de una investigación forense evidencia, pero para nosotros son además un tesoro”. Hizo referencia a qué siempre tienen presente que esos restos son del hijo, del padre, del hermano de alguien y recuperarlos es devolverles dignidad. Además mencionó lo difícil que es describir la ambigüedad de sentimientos que se sienten al encontrar restos de un cuerpo: por un lado una felicidad plena por encontrar restos de un desaparecido y simultáneamente una tristeza por constatar que la muerte no fue natural, cuáles fueron las condiciones de su muerte y todo lo que implica comunicárselo a la familia. Mencionó que a diferencia de la medicina forense, los antropólogos se involucran mucho con las familias y cree que eso no implica perder objetividad, sin embargo constantemente es importante recordar cuál es el papel que tienen en la investigación para graduar que mochilas se llevan a sus casas.
Mencionó que la labor que realizan implica gran exposición de sus cuerpos, se realiza a la intemperie, durante todo el año, expuestos al sol intenso, al frío del invierno, a insectos, garrapatas, abejas etc, considera que el sostén de una tarea tan dura en dónde a veces se pasan 7 años sin encontrar nada no sería posible sin afectos que los contengan, es por eso que quiso venir acompañada de su hijo Mauricio (presente en la fono platea durante toda la entrevista).
Además mencionó que es un trabajo muy preconizado en términos de su sostenibilidad en el tiempo y en presupuestos, existe una inseguridad laboral ya que los contratos suelen ser cortos y se renuevan constantemente. Una mejora en este aspecto es que se pasó de que la financiación saliera del poder ejecutivo a qué dependa de la Institución Nacional de Derechos Humanos que a su vez
depende del poder legislativo, y que mediante una Ley creada recientemente existe un organismo que asegura un presupuesto para la búsqueda de desaparecidos con contratos de cinco años. Finalmente Mathias le recordó que hace un año el GIAF recibió el premio Morosoli (al igual que radio Vilardevoz), Alicia dijo que el GIAF lo recibió con mucha emoción, cree que la labor que realizan no es posible en soledad, hace falta un equipo y desde su labor como coordinadora cree que lo más importante es cuidar al equipo para trabajar en un buen ambiente.
Joaquín mencionó un episodio de robo y amenazas sucedido en el 2016 a las oficinas donde trabaja el GIAF en la Facultad de Humanidades en donde no solo se llevaron los discos duros de cuatro computadoras donde había información referida a investigaciones judiciales sino que además dejaron señalado en un mapa de Montevideo los domicilios de algunos de los integrantes del GIAF. Alicia comentó que fue un momento muy duro, para ellos y sus familiares, además de que a nivel de la investigación oficial el equipo entero fue citado un domingo a la mañana y les preguntaron si habían traído abogados porque no eran testigos sino indagados como sospechosos del propio robo. Agregó que recibieron mucho apoyo de la comunidad, generándose inclusive una marcha en pedido de justicia. Al finalizar una entrevista desde la radio se le otorgó un cuadro realizado en la mesa de la plaza a modo de presente.